El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, asumió el martes la presidencia pro tempore del Mercado Común del Sur (Mercosur) con importantes objetivos como el logro de un acuerdo con la Unión Europea que resulte beneficioso para ambas partes sin imposiciones.

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Tras recibir el cargo de manos de su homólogo argentino, Alberto Fernández, en la clausura de la LXII Cumbre de Jefes de Estado de la asociación suramericana, Lula da Silva recalcó su compromiso de trabajar para «el crecimiento de la región, combatir las desigualdades y promover la inclusión», según publicó en redes sociales.

En el encuentro de presidentes, Fernández, quien liderara el organismo durante los últimos seis meses, señaló que entrega a un «gran presidente y un amigo admirado por todos los argentinos». «Quiero que sepas que tus desafíos son nuestros desafíos y voy a acompañarte con coraje en este semestre», concluyó el mandatario argentino.

Con estas palabras el presidente Alberto Fernández vislumbra su despedida de estos encuentros regionales, pues ya hizo oficial que no se presentará a las proximas presdienciales de su país y entregará el mando al vencedor en los comicios de diciembre venidero.

Por su parte, Lula da Silva anunció que priorizará las relaciones económico-comerciales con la Unión Europea con la intención de desbloquear las negociaciones que dieron lugar al acuerdo general de 2019 que no se ha podido concretar aún por algunas demandas del bloque europeo consideradas inadmisibles por los latinoamericanos.

El líder del gigante sudamericano criticó las exigencias del bloque comunitario, destacando  que las políticas europeas relativas al comercio o las exportaciones resultarían muy  perjudiciales para el sistema empresarial de su nación, pues supondría la muerte de las pequeñas empresas.

«Vamos a Bruselas a discutir con la Unión Europea y necesitamos tener una respuesta de lo que queremos para consolidar un acuerdo. Nosotros queremos hacer una política de win-win y no una política en la que ellos ganen y nosotros perdamos», subrayó Lula.

Asimismo, Lula expresó su deseo de comunicarse el próximo miércoles con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien acaba de ponerse al frente del bloque comunitario, para tratar los temas del acuerdo y lograr un consenso.

«Mañana hablaré por teléfono con Pedro Sánchez (…) Hablaré con él, porque Sánchez cree que es importante seguir discutiendo y que España ayude a lograr este acuerdo», declaró Lula, a tenor de las aseveraciones del ministro brasileño de Exteriores, quien adelantó que se enviará «una contrapropuesta para destrabar las negociaciones».

Según expertos,  las negociaciones con la UE ha sido un asunto principal para Mercosur, del que también son miembros plenos junto a Brasil y Argentina Paraguay y Uruguay. A esta cita en Puerto Iguazú asistieron también el Presidente boliviano, Luis Arce, en proceso de adhesión al grupo y el recién electo mandatario paraguayo Santiago Peña.

Lula subrayó que existen «compromisos que no pueden ser postergados», por lo que «Necesitamos concluir el acuerdo Mercosur-UE». Estas y otras declaraciones son vistas como un anticipo de la reunión el próximo 17 de julio en Bruselas, entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

En otra perspectiva, Lula, quien dirigirá los destinos del grupo hasta diciembre, hizo patente su voluntad de hacer avanzar las negociaciones con Canadá, Corea del Sur y Singapur, a la vez que pretende aumentar el comercio con otros países de América Latina y Asia.

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